El acabado de cada puerta es estético, de gran fiabilidad, y elevada robustez, empleando para ello materiales de gran implantación y probada resistencia, que son sometidos a estrictos controles en nuestros laboratorios.
El departamento de calidad se encarga de supervisar todos los productos antes de su salida de fábrica para garantizar al cliente que le llega un producto conforme a los estándares de calidad establecidos.
En el caso de que el cliente abra una reclamación, el departamento de calidad se compromete a atender la incidencia y dar una solución satisfactoria al cliente en un plazo máximo de 48h.
Todas las fábricas de Portiso han sido certificadas con la ISO-9001 por la calidad de sus procesos y por los estrictos controles de calidad propios. Además, todos los productos se fabrican siempre bajo las normativas europeas y son certificados con el marcado CE (o equivalente en el caso de no existir) para asegurar al cliente un producto de la máxima calidad que cumpla todas las normativas existentes.